El jueves pasado tuvimos la oportunidad de visitar el Museo de la Evolución
Humana y el Centro de Interpretación de Atapuerca. No es solo un lugar lleno
de fósiles y recreaciones, sino una auténtica máquina del tiempo que nos lleva
millones de años atrás para conocer a nuestros antepasados.
Nada más llegar, nos recibió un guía que nos contó cómo en esas tierras, hace
cientos de miles de años, vivieron los primeros humanos de Europa. Nos
enseñó herramientas de piedra, restos de huesos y hasta huellas de antiguas
hogueras que demuestran que aquellos seres ya dominaban el fuego.
Una de las mejores partes fue la explicación de la Sima de los Huesos, donde
se han encontrado los restos de más de 30 individuos de hace 400.000 años.
Nos explicaron que se cree que estos humanos primitivos ya realizaban algún
tipo de ritual funerario, lo que nos dejó bastante impactados.
Después fuimos al Centro de Arqueología Experimental, donde probamos a
hacer fuego con piedras y a lanzar azagayas con un propulsor, como lo hacían
los cazadores prehistóricos. Spoiler: no es tan fácil como parece.
Fue una experiencia increíble, porque no solo aprendimos sobre la evolución
humana, sino que nos dimos cuenta de lo pequeños que somos en la historia
de la Tierra. Si tenéis la oportunidad de ir, no lo dudéis. En serio, el Museo de la
Evolución Humana y el Centro de Interpretación de Atapuerca no son solo
historia, son una aventura en el tiempo.
Nicolás
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