El 5 de junio se celebra el día del medio ambiente, y aunque parezca una fecha no importante, es en realidad una oportunidad para detenernos un momento y mirar a nuestro alrededor… y hacia dentro.
Vivimos en un mundo lleno de prisas, obligaciones y pantallas. A veces pasamos por los días sin darnos cuenta de lo que ocurre a nuestro alrededor. Se nos olvida que la Tierra también vive. Respira a través de los bosques, se mueve con los océanos, y late con el canto de los pájaros y el susurro del viento. El medio ambiente no está allá afuera como algo ajeno: es parte de nosotros. Lo que le pasa al planeta, también nos afecta a nosotros.
A veces, cuando se habla del medio ambiente, suena a algo muy grande, casi inalcanzable. Pero la verdad es que empieza en lo más pequeño: en lo que comemos, en cómo nos movemos, en lo que tiramos a la basura, en lo que decidimos cuidar. Cada acción, por mínima que parezca, tiene un impacto.
Este día no es solo para “celebrar la naturaleza”, es para reflexionar sobre lo que estamos haciendo con ella. Sobre lo que estamos dejando a las próximas generaciones. Porque el mundo que hoy disfrutamos, también es prestado.
Aún estamos a tiempo de cambiar muchas cosas. No todo está perdido. Cada vez más personas se preocupan, se informan, actúan. Y aunque no podemos hacerlo todo solos, sí podemos hacer algo. Lo importante es empezar.
Beatriz y Edurne
No hay comentarios:
Publicar un comentario