Hoy en día, casi todos usamos redes sociales como Instagram, TikTok o Whatsapp. Son geniales para pasar el rato, compartir fotos, vídeos divertidos y hablar con amigos. Pero, aunque parezcan inofensivas, también tienen su lado oscuro.
Uno de los problemas más grandes es la adicción. A veces, sin darnos cuenta, pasamos horas deslizando el dedo por la pantalla. Esto hace que perdamos tiempo que podríamos usar para estudiar, hacer deporte o simplemente descansar.
Otro problema es la presión social. En las redes, todo el mundo parece tener una vida perfecta, y eso puede hacer que nos sintamos mal con nosotros mismos. También está el tema del ciberacoso, que puede afectar mucho a la salud mental de quien lo sufre.
En resumen, las redes sociales son útiles y divertidas, pero debemos usarlas con cuidado. No todo lo que vemos es real, y es importante recordar que nuestra salud y bienestar están por encima de los “likes” y seguidores.
Graciela
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