Las redes sociales nos muestran estándares de belleza poco realistas a través de filtros y ediciones, lo que aumenta la inseguridad y la insatisfacción corporal. La constante comparación con imágenes perfectas puede afectar la autoestima, llevando a trastornos como la anorexia o la bulimia.
Además, la búsqueda de validación externa a través de likes y comentarios refuerza la presión por cumplir con esos estándares. Esto, además del ciberacoso y el body shaming, puede dañar la salud mental de las personas.
Es por ello que es muy importante el amor propio y usar las redes sociales de manera consciente y responsable.
Beatriz, Nubia, Edurne y María
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